Semana 42 (b) Infidelidad


La conocí hace tiempo en una fiesta, en cuanto entré al salón lo primero que llamó mi atención fue una mujer enfundada en un largo vestido azul zafiro entallado con los hombros descubiertos y que dejaba a la vista su torneado cuerpo, se veía preciosa, me la presento un amigo en común y al verla de cerca note sus grandes ojos, sus carnosos labios y casi sin querer su pronunciado escote, al platicar con ella algo en mi despertó, es muy versada en diversos temas, sabe al menos 3 idiomas, simplemente dejo en mi una profunda impresión, supongo se dio cuenta ya que desde que cruce las primeras palabras con ella, no dejo de sonreír y jugar con su cabello.

Esa noche fue espectacular, bailamos, bebimos, platicamos hasta altas horas de la noche, y, cuando se hubo acabado la fiesta me apreste a llevarla a su casa; resulta que no vivía en la ciudad, aunque si nació aquí, por lo que me pidió que la llevara a conocer algunos lugares antes de llevarla a su hotel; por ahí íbamos, cuando llegamos a una plaza, que podría ser cualquiera, me dijo que estaba cansada de sus zapatillas así que nos recostamos en el césped, se saco el calzado se soltó el cabello y se recostó sobre el césped dejando en mi una maravillosa vista desde sus pies hasta la punta de su pelo, no pude evitar besarla, allí tumbados en el césped, justo al alba, me enamore.

Esa fue la primera vez que fui infiel, mas no la ultima, después de aquella vez no volví a verla, y, desde entonces, le he sido infiel cada día, con mi esposa.




Calaverita Star Wars


Salió de Pinterest, desconozco al autor 


Calaverita para el concurso del club Star Wars de San Luis Potosí.


Estaban Han Solo y Chewbacca flotando en medio de la nada,
Se andaban los dos escondiendo de los hombres del gran Jabba,
No contaban con que solos no estaban,
Pues Boba Fett el ojo de encima no les quitaba.

Muchas aventuras pasaron,
Muchas amistades hicieron,
Y cuando a Bespin escaparon,
En una gran trampa cayeron.

Cómo carnada del Imperio, a Han, Leía y los otros usaron,
Y solo para hacer una prueba en carbónita a Han encerraron,
Por más que Lando se opusiera sus amigos nada lograron,
Pues el oscuro Darth Vader el trato había modificado.

Solo, Autor Anthony Herrera 

La huesuda por Solo fue hasta el remoto Tatooine,
Más cuando llegó al palacio ellos no estaban allí,
Estaban en la barcaza de Jabba esperando aquello que se avecinaba,
Pues el inmisericorde Hutt queria lanzarlos al Sarlacc.

Llegó tarde la parca,
No se pudo llevar a Solo,
Solo pudo observar la flaca
Cómo Fett caía en el hoyo.

De Jabba mejor no se hable
Ya sabemos cómo acabó
Lo que se es que la muerte
Ni un pedacito de él se llevó.


(Espero esta calaverita no caiga en el Reverso Tenebroso)

Fett, Autor Anthony Herrera 

Los marcianos



La ves pasada que escribí sobre James Tiptree les comentaba que probablemente escribiría pronto más sobre ella, pero siguiendo en mi búsqueda del libro "10 relatos de Ciencia ficción" recordé que viene un cuento de Ray Bradbury llamado "El Picnic de un millón de años" el cual es parte de las "Crónicas Marcianas" más propiamente dicho, es el último cuento que las compone, al menos en las compilaciones más aceptadas, ya que existen varias.

Semana 42 Infidelidad

Imagen de @alberturma

La conocí bailando, estábamos juntos en clase de baile y desde el principio pudimos congeniar bastante, le gusta leer al igual que a mi, le gusta bailar, tomar y es muy inteligente, de todo tiene tema, no había conocido a alguien así, es inefable lo que sentí el primer día que me beso, aquella noche en que después de clase fuimos por una tabla de mezcal mientras me mostraba el libro que leía en aquel momento, un magnífico ejemplar en tapa dura color azul cielo de "La conquista de las galias" de Julio César, antes de subir al coche y llevarla a su casa.

Recuerdo sus mejillas sonrojadas, en parte quizá a lo que estaba pensando hacer, quizá solo fue el alcohol, de ninguna manera llegamos a su casa, al menos no esa noche.

Esa noche la ame como jamás había amado a una mujer, entre el vaivén de sus caderas presionando las mías, sus manos acariciando mi cabello y rasguñando mi espalda, su pecho desnudo frotando contra el mío, nuestros labios fundidos en un beso y sus piernas entrelazadas con las mías creí conocer el cielo, un cielo del que nunca había escuchado hablar y sin parangón con el prometido a las buenas personas.

Semana 41 Semana de vida


Siempre pensé que si supiera que me quedaba una semana de vida me iría de viaje con mi familia para poder despedirme de ellos, hablar con mis amigos hasta altas horas de la noche y ponerme en paz con Dios.

Ahora que es el momento ha sido todo lo contrario, no he tenido fuerza para salir de casa, no he querido ver a mis amigos ni familiares, no tengo fuerzas ni ánimos para mirarlos a los ojos sabiendo que pronto dejaré de verlos; solo me la pasó dormido, despierto durante algunas horas para tratar de comer algo, aunque quizá es por pura costumbre.